¿Cómo utilizar la data para mejorar las ventas inmobiliarias?

El sector inmobiliario es un sector donde el acceso a la información forma parte de las claves de éxito. Para ejercer esta profesión, los expertos inmobiliarios necesitan disponer de mucha información como: los terrenos para vender, los propietarios que deseen vender su vivienda, las personas que estén buscando un bien, la situación sobre la validación de las licencias o el Plan General de Ordenación Urbana son algunas de las varias búsquedas de información del profesional inmobiliario.

Ya sean los criterios de búsqueda de los clientes o bien las características de las viviendas, el volumen de datos utilizados por los expertos inmobiliarios no para de crecer.

¿Qué es la data?

La data es un término anglosajón que designa una agrupación de datos variados en circulación. Cuando esos datos son muy numerosos, hablamos de big data.

El término data nació tras el desarrollo de internet así como de las nuevas tecnologías. El conjunto de nuestras conexiones a internet y de nuestras tareas cotidianas generan data, ya que estas últimas son fuente de creación o colecta de información / datos.

¿Para qué sirve la data inmobiliaria?

• La data permite tener un inventario preciso del mercado inmobiliario en cualquier momento y también da la capacidad de anticipar soluciones eventuales;
• La data permite comprender el mercado inmobiliario;
• La data permite a los expertos inmobiliarios posicionar mejor la oferta que tienen en relación a las necesidades de los clientes;
• También da acceso a un conocimiento de clientes más cualitativo y más preciso;
• Finalmente, gracias a la data, los profesionales del sector pueden llevar a cabo acciones más pertinentes en su día a día.

¿De qué datos hablamos en el sector inmobiliario?

Datos relativos a las transacciones inmobiliarias: el número de transacciones, el precio de mercado, el plazo medio de una venta inmobiliaria, el número de inmuebles disponibles en el mercado o el número de nuevas viviendas construidas cada año, entre otros.

Datos relativos a los compradores: sexo, edad, categoría socioprofesional, número de hijos, fecha de compra de una vivienda, número de viviendas, etc.

Datos relativos al contexto de un inmueble: el número de construcciones, el número y acceso a las infraestructuras tipo comercios, escuelas, transporte público, el entorno…

Algunos de estos datos no pueden ser recogidos y explotados por los expertos inmobiliarios. Así pues, algunos datos relativos a la población de una ciudad como la edad o la categoría socioprofesional son datos privados, que sólo pueden ser recogidos por organismos habilitados como el INE.

En cambio, los profesionales inmobiliarios pueden recoger ciertos datos relativos  a sus clientes. Sin embargo, la recogida de estos datos debe estar vinculada a la actividad de esta persona y del servicio ofrecido a los clientes. Datos tales como el nombre, el apellido, la zona para vivir buscada o el presupuesto disponible para la compra de una vivienda, son datos que pueden ser recogidos y almacenados por agentes inmobiliarios y promotoras inmobiliarias (siempre y cuando se respeten las leyes y reglamentos, en particular el RGPD). 

No obstante, cierta información como el origen étnico, la religión, las costumbres de compra o los recibos bancarios no puede ser recogida por los expertos del sector ya que algunas forman parte de los datos “sensibles” que no pueden ser reunidos. Además, es información que no aporta nada al trabajo del agente inmobiliario. 

Todo dato que se colecte debe estar en acuerdo con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). Esta reglamentación, instaurada en 2018, enmarca y define la recogida, la explotación y el almacenamiento de los datos para el conjunto de los miembros de la Unión Europea.

¿Cómo usar los datos?

Estos datos permiten a los expertos inmobiliarios conocer mejor el mercado inmobiliario tanto de manera global como en un perímetro definido. Por ejemplo, el volumen de las búsquedas de alojamiento en cierto barrio o incluso el aumento del precio del metro cuadrado, son indicadores que permiten a las administraciones locales y a las promotoras comprender que una zona está en pleno crecimiento. Por consiguiente, es importante aumentar el número de viviendas en esa zona y anticipar las necesidades infraestructurales de ese perímetro.

Dentro de un objetivo más comercial, los expertos del sector pueden explotar estos datos, en particular gracias al uso de un CRM inmobiliario que permita llevar a cabo las tareas cotidianas y el marketing inmobiliario de una manera más simple y eficaz. Los expertos inmobiliarios sabrán más sobre sus clientes / leads y tendrán una visión más global de las tendencias del sector. Así pues, podrán comprender y anticipar las solicitudes de sus leads potenciales y mejorar su experiencia cliente.