El sector inmobiliario: pure players vs agencias tradicionales

Sector digital y sector inmobiliario: hace una década, esta asociación no era evidente ya que el sector inmobiliario es percibido como poco moderno, tradicional y en retraso en cuanto a la adopción de nuevas formas de trabajar. Contrariamente a otros sectores que tan sólo afectan a una parte de la población, la inmobiliaria concierne a todo el mundo en su día a día. La vivienda, ya sea de alquiler o en venta, es la primera partida de gastos de los españoles, y una de sus mayores preocupaciones.

Hoy en día, el sector digital y el sector inmobiliario van de la mano y se juntan bajo lo que llamamos “PropTech”, término anglosajón que se refiere al ámbito inmobiliario, Property, vinculado al ámbito tecnológico.

La llegada de las nuevas tecnologías en el sector inmobiliario (Proptech) empuja a los expertos a mejorar sus ofertas y su marketing inmobiliario. El sector inmobiliario se enfrenta a una uberización: los usuarios del sector están pidiendo más innovaciones y mejoras. Así pues, la digitalización del sector inmobiliario ocurre gracias a la adopción de herramientas tecnológicas que van a transformar las maneras de trabajar actuales.

Una de las ilustraciones más elocuentes de la digitalización del sector es la digitalización de las agencias inmobiliarias. Así pues, el 90% de las búsquedas de inmuebles empiezan en la web. Además, desde hace varios años, páginas web especializadas en búsquedas inmobiliarias, tienden a sustituir a las agencias inmobiliarias dando paso a una puesta en relación directa de los particulares que desean vender y/o comprar una vivienda. Además de interesar a los particulares que están buscando casa, los pure players también son codiciados por los inversores. Hoy en día, numerosas agencias inmobiliarias digitales han llevado a cabo importantes recaudaciones de fondos en los últimos años, como la francesa Proprioo en 2019 por un valor de 20 millones de euros.

Estas agencias digitalizadas presentan numerosas ventajas

Sin duda, en razón de su existencia en línea, las agencias digitales permiten la difusión de catálogos de inmuebles 24/7. Los particulares que buscan una vivienda pueden consultar los bienes disponibles en el mercado a todo momento sin necesidad de hacer uso de los servicios de un agente inmobiliario. El periodo de confinamiento que hemos vivido ha demostrado la importancia de la presencia de las agencias en la web. Las agencias en línea han podido mantener su actividad durante el confinamiento gracias a su catálogo virtual. Los futuros compradores han podido encontrar viviendas en línea e incluso a veces han podido visitarlas gracias a la realidad virtual. También les ha sido posible tomar contacto con un agente inmobiliario para obtener más información sobre dicha vivienda y programar una visita física de ésta al final del confinamiento. Así pues, las agencias digitales han conseguido retomar una actividad casi normal desde mitad de mayo.

Las agencias digitales proponen precios más bajos que las agencias tradicionales ya que las primeras tienden a ubicarse en el mercado del low-cost proponiendo tarifas para la puesta en línea así como para la gestión de la transacción inmobiliaria. Estos costes, más bajos que aquellos propuestos por las agencias tradicionales, se deben a la automatización de tareas que permite el sector digital. Una transacción inmobiliaria gestionada en línea necesita menos acciones humanas que un patrón clásico, lo que tiene un impacto directo en el coste de gestión.

Además de los costes menos significativos que aquellos propuestos por una agencia tradicional, los pure players proponen diferentes tipos de tarifas: estimación del bien, acompañamiento para hacer diagnósticos obligatorios, organización de la sesión de fotos del inmueble, difusión del anuncio en diferentes canales especializados, gestión de las visitas, negociación con los futuros compradores et incluso el acompañamiento hasta la firma de la escritura en la oficina del notario. Este vasto abanico de ofertas da la elección a los propietarios para elegir la fórmula que más les conviene, en función de sus necesidades y de su presupuesto. Ahí donde las agencias tradicionales toman comisiones a la altura de 5,4% de media, después de haber comenzado con los contratos fijos, otros nuevos actores como Proprioo se remuneran con comisiones de hasta 1,99% muy por debajo de la media del mercado.

Un servicio de agencia inmobiliaria de calidad a un precio bajo

El desafío de los pure players es que deben proponer un servicio igual o más cualitativo que las agencias tradicionales a un precio más bajo, gracias a una estrategia de dominación por liderazgo en costes. Menos costes de estructura, menos agentes inmobiliarios, automatización de tareas… Tantos puntos por trabajar para llevar a cabo importantes ahorros que darán paso a un servicio de calidad a precio competitivo. Para ir todavía más lejos, algunas agencias digitales han elegido contratar a agentes inmobiliarios únicamente bajo el estatus de autónomo, como lo ha hecho Uber, para disminuir también las cargas salariales.

Aunque muy ventajosas, estas agencias inmobiliarias 2.0 no están destinadas a responder a la demanda de toda la población. Así pues, debido a su presencia 100% digital, tan sólo la parte de la población que está acostumbrada a las nuevas tecnologías se verá atraída por este tipo de oferta. Las agencias digitales tienen tendencia a atraer a un público joven, activo y que vive en núcleos urbanos.

Las agencias inmobiliarias todavía guardan ases bajo la manga. Una gran parte de los españoles todavía no está preparada para gestionar su transacción inmobiliaria desde su smartphone o simplemente prefiere trabajar junto a su agente inmobiliario durante una cita física.

Lo que sí está claro, es que los dos modelos responden a las necesidades de un público distinto. No obstante, incluso las agencias tradicionales deben comenzar a tener una presencia virtual. El periodo de confinamiento ha mostrado a todo el mundo hasta qué punto las empresas que han adoptado la digitalización, han salido mejor paradas de la situación.